La pandemia se va, de alguna manera, superando a medida que un altísimo porcentaje de la población ya se ha vacunado. En este contexto de pérdida de miedo, cada vez más personas mayores están interesados en envejecer en su propio hogar. Para ello, deben encontrar una persona de confianza que les ayude en todo lo que implique la atención domiciliaria en su hogar.
Hay estudios de proyección estadística que sugieren que en algún momento de sus vidas más del 65% de las personas mayores necesitarán ayuda de otra persona para sus necesidades diarias: higiene, alimentación, vestirse, tomar la medicación, movilidad, tareas del hogar, etc.
Además, cuando dentro de unos 10-15 años la generación del baby-boom llegue a su edad de jubilación aumentará de forma exponencial el número de personas mayores que necesitarán de esa asistencia.
En los primeros meses de la pandemia en 2020 muchas personas tenían miedo o precaución ante la posibilidad de que un tercero entrara en sus casas para atenderles o atender a sus familiares, bien durante unas horas o por un servicio intensivo de interna.
Sin embargo, ahora ese miedo está, en la práctica, casi superado, pues tanto sus familiares como la persona de asistencia están vacunados contra el Covid-19.
Ventajas de una interna de atención domiciliaria en el hogar
En principio, que la persona mayor esté acompañada las 24 horas del día ante cualquier necesidad, y de forma segura.
Y, por supuesto, que la persona mayor sienta que puede continuar viviendo en su propio hogar, como siempre y rodeada de sus propios objetos, recuerdos, ambiente, vecinos. Y, por qué no, hasta de los habituales ruidos.
Está claro que cuando un a persona no puede acompañar a su familiar mayor durante todo el día o casi todo el día, depositar esa responsabilidad en alguien en que se confía es fundamental. Así, esa persona podrá realizar su actividad, trabajo, ocupación, incluso momentos de ocio, sabiendo que su familiar está atendido y en buenas manos.
Asistencia de una interna
Muchas personas mayores pueden beneficiarse de la asistencia de una interna de atención domiciliaria en el hogar, bien como compañía durante unas horas, o como asistencia de una interna durante las 24 horas del día, y ante cualquier tipo de dependencia, bien sea física, o por deterioro cognitivo, o por cualquier otra enfermedad, como demencia, Alzheimer, etc.
En otros casos, se puede requerir una asistente interna tras una estancia hospitalaria o intervención quirúrgica, para que se recupere en su casa y por eso necesite la asistencia continua.
En Esther Armero Cuidados y Asistencia ponemos especial cuidado en que cada persona mayor que necesite un servicio de asistencia sea acompañado de la persona adecuada para que le atienda en todo lo que necesite, bien por horas o en jornada completa 7 días a la semana; bien en su hogar o en el centro hospitalario donde se encuentre.
