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Para mantenerse en perfecto estado de salud, además de una dieta saludable, es fundamental la gimnasia pasiva para personas mayores a base de estiramientos moderados y controlados sin forzar.
Es habitual que en la tercera edad se lleve una vida sedentaria, y es esa propia inactividad la que anquilosa nuestro cuerpo.
Para mover ese cuerpo y ser más dinámicos y flexibles no hace falta que realicemos fuertes ejercicios gimnásticos, correr decenas de kilómetros o una actividad que suponga la utilización de esfuerzos musculares desmesurados.
Basta con ejercicios sencillos sin mucho esfuerzo para que nuestros músculos trabajen un poco y estén preparados para los esfuerzos cotidianos.
Sentarse, caminar, coger objetos con las manos, etc., son movimientos cotidianos que requieren que nuestro cuerpo se mueva, y para ello, una gimnasia pasiva es altamente beneficiosa.los estiramientos cotidianos son una buena prevención.
Eso sí, a una edad avanzada, es imprescindible consultar con el médico o especialista antes de realizar cualquier ejercicio, sobre todo si la persona mayor tiene impedimentos físicos o determinadas enfermedades.

Gimnasia moderada para nuestros mayores

Si la persona mayor se encuentra impedida o tiene una baja movilidad, la asistenta o auxiliar puede ayudarle a realizar pequeños ejercicios de movimientos musculares.
Es muy importante tener en cuenta que los esfuerzos deben ser mínimos,  pues se trata más de oxigenar el músculo más que fortalecerlo, aunque esto último no se descarta.

Ejercicios de la parte superior del cuerpo

Hombros

Nos sentamos en una silla con la espalda bien apoyada en el respaldo.
Con la mano derecha empujamos suavemente el codo izquierdo hacia el hombre derecho. El empuje debe ser progresivo y mantenido durante unos segundos, sintiendo cómo el hombro se estira.
Repetimos el ejercicio, pero ahora de forma contraria, con la mano izquierda y el codo derecho.

Brazos

Nos ponemos de pie con los pies separados a la altura de los hombros.
Entrelazamos nuestras manos por detrás del cuerpo, a la altura de la base de nuestra columna vertebral, con los nudillos mirando al suelo.
Ahora separamos durante unos segundos las manos del cuerpo todo lo que podamos y manteniendo su entrelazamiento. Sentiremos el trabajo de los hombros (y también cierta tensión en los brazos.
No hace falta forzar, simplemente sentir el esfuerzo al nivel que la persona mayor pueda.

Cuello

Podemos hacer el ejercicio levantados o de pie, pero para evitar posibles desequilibrios o mareos de la persona mayor, sería mejor hacerlo sentados.
Para realizarlo, ponemos las palmas de las manos sobre la cabeza y, sin hacer presión con las manos, vamos bajando suavemente la barbilla hacia el pecho.
Mantenemos la posición durante unos segundos, sin sentirnos forzados, pero sintiendo el estiramiento de la parte posterior del cuello.
Ahora volvemos la cabeza a la posición vertical, descansamos y pasados unos segundos podemos repetir el ejercicio.

Ejercicios de la parte inferior del cuerpo

Frontal de cadera

Si la persona mayor tiene una cierta movilidad estabilidad, puede realizar este ejercicio, aunque sea en un porcentaje pequeño.

Puestos de pie, adelantamos uno de los pies manteniendo el equilibrio entre los dos pies.
Flexionaremos suavemente la rodilla del pie trasero, pero sin forzar. Ahora volvemos a incorporarnos, y realizaremos el ejercicio con el pie contrario.
Repetiremos varias veces el ejercicio alternando con los dos pies y siempre sin forzar.

Circular de cadera

movimiento de caderas para personas mayoresNos ponemos de pie con los pies juntos, y las manos en las caderas.
Suavemente realizamos movimientos circulares con las caderas como si estuviéramos usando un aro hula-hoop.

No hace falta convertirse en un profesional del Hula-hoop, basta con que las caderas se muevan.

Muslos

Las famosas sentadillas.
Erguidos y con los pies un poco separados, doblar las rodillas para que nuestro torso descienda, sintiendo el esfuerzo que realizan nuestros muslos.
Hay que mantener unos segundos la flexión de las rodillas, intentando al mismo tiempo que los pies estén bien apoyados en el suelo.
Cada uno debe bajar lo que pueda, sin que ello suponga un esfuerzo desmesurado, y hay que intentar que al hacer el ejercicio el cuerpo no se balancee y mantenga la máxima verticalidad posible.

Tobillos

Estando en posición erguida y los pies un poco separados, separamos los talones un poco del suelo, manteniendo el peso del cuerpo en las puntas de los pies durante unos segundos.
También podemos hacer repeticiones más seguidas de este movimiento.
En caso de notar cansancio en los tobillos hay que parar, pues pudiera dar pie a desequilibrios.
Para este caso, podríamos hacer el ejercicio apoyando sin esfuerzo las manos en una mesa, pero siempre sin perder la verticalidad. O ayudados por una auxiliar.

Volver a recordar que antes de ponerse a realizar estos ejercicios o recomendar a ayudar a launa persona mayor a realizarlos, es necesario el consejo de un médico o especialista, con el fin de ver si la persona mayor puede realizarlos sin riesgo para su salud y/o estado físico.

Otras soluciones para la gimnasia pasiva

ejercitado eléctrico de PierExisten otras alternativas de gimnasia pasiva por aparatos, como la electroestimulacion.

También hay aparatos eléctricos andadores mientras estamos sentados, como el ejemplo de la imagen adjunta.

En el mercado encontramos un sinfín de soluciones.