Motivar en la ayuda a domicilio
Publicado por Esther Armero en
Los servicios prestados por Esther Armero – Cuidados y Asistencia incluyen el cuidado presencial, alimentación, asistencia en necesidades medicamentales y sanitarias, etc., pero no se puede olvidar la parte anímica y sicológica del paciente, por lo que motivar en la ayuda a domicilio debe formar parte de nuestra actuación.
¿Cómo se puede motivar en la ayuda a domicilio?
Se empieza por uno mismo, por la personalidad proactiva, cariñosa, y optimista de las/os auxiliares que asisten. En esto, ponemos especial cuidado que se cumpla, y nos preocupamos de que nuestros pacientes estén acompañados de lo mejor.
Una vez cumplido por nuestra parte, vamos a ver diferente actividades o posicionamientos con y/o hacia el paciente/cliente que se pueden tomar para que éste disfrute de unos momentos lo más motivante posibles:
Cómo motivar en la ayuda a domicilio
1.- Diálogo y comprensión.
Es lógico que una persona de la tercera edad con un tanto por ciento de impedimento, sienta que no habla con nadie, se sienta sola y que no pueda compartir en ambas direcciones preocupaciones, sentimientos, ideas u opiniones. Hablar, dialogar, interaccionar, son aspectos necesarios, básicos, vitales: dialogar sobre cómo se siente, preguntarle qué opina sobre todo, cómo se ve personalmente, cómo ve lo que pasa por el mundo, su pasado, la actualidad, lo que se dice en la TV, las noticias, etc. En resumen, que funcionen las neuronas.
2.- Reír – Sonreír – Optimismo -Alegría.
Bastante tiene el paciente con lo que tiene y su vida actual como para no merecer un entorno de alegría. Y en esto somos especialmente cuidadosos, forzando que el carácter jovial y optimista de Esther Armero sea traspasado a las/los auxiliares en su relación con los pacientes.
3.- Actividad visual y auditiva.
¿A quién no le gusta ver y mostrar sus fotos del pasado o actuales? ¿Y a quien no le gusta escuchar su música favorita, aquella que le trae recuerdos entrañables? Hoy con internet tenemos a nuestra mano todo tipo de música, vídeos, etc., para compartir y disfrutar.
Pues eso. Cuando se realiza este tipo de actividad vienen a la memoria todos aquellos momentos, anécdotas, experiencias del pasado que nos animan a contarlas y disfrutar con ellas. Y contándolas nos sentimos importantes cuando alguien nos escucha e incluso opina y pregunta sobre lo que contamos. Y eso provoca que la persona que tenemos enfrente, en este caso la/el auxiliar, comparta también sus recuerdos y anécdotas, y se genere interacción positiva y enriquecedora.
4.- Cocinar.
Si el paciente puede, animarle a cocinar algo, incluso ayudarle y hacerlo con él. Si no, preguntarle cuál es su comida favorita (y que pueda comer ahora por su estado), que dé su receta favorita y hacerla. No deja de ser un juego en este caso culinario de compartir experiencias.
Si puede moverse y salir a la calle, ir juntos al supermercado e interaccionar. Si no puede, preparar con él la lista de alimentos para cocinar sus requerimientos. Tal vez sea una dieta limitada pero siempre hay resquicios culinarios de satisfacción: un puré hecho de esta manera, una sopa que sepa a aquello, una fruta determinada, etc. Sobre todo, hacerlo con dedicación y cariño, eso es fundamental, tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros.
5. Juegos de mesa.
Si el paciente puede, se puede jugar a las cartas, al dominó, hacer crucigramas, etc. cualquier pasatiempo es bueno con tal de tener un momento de actividad, a la vez que hacemos que nuestro cerebro trabaje.
6. Ver la TV.
Hay formas y formas. Ver un programa de entretenimiento y comentarlo con el paciente; o ver un concurso e intentar acertar las respuestas, por ejemplo. Que haya dinámica, movimiento, y que el paciente, si puede, trabaje mentalmente, se sienta activo.
7.- Nuevas tecnologías.
El móvil, internet. Si el paciente tiene posibilidades, mostrarle cómo funciona, cómo se trabaja con internet. Ya sabemos que en personas muy mayores las habilidades para las nuevas tecnologías son casi inexistentes debido a que esas herramientas no estaban presentes en su juventud. Así y todo, se puede intentar poner en sus manos procedimientos sencillos de búsquedas en internet, o que vean vídeo Youtube, o ponerles Marcadores/Favoritos para que lean sus periódicos favoritos, etc. ¿Por qué no?
8.- Diferentes actividades.
Música, pintura, etc. ¿La/el auxiliar toca algún instrumento musical? ¿Por qué no, alguna vez (y sin molestar al paciente, por supuesto) tocarle alguna canción? O pintar algo delante de él, o hacer ganchillo, punto, lo que sea con tal de moverse alrededor de alguna actividad en común que de pie a comentarios.
9.- Caminar.
Si el paciente puede moverse, es muy buena idea dar pequeños paseos o caminatas, incluso dentro de su casa, moverse, estirar las piernas, aunque sean solo 5 metros, mejorará su circulación y carácter.
Así es como Esther Armero – Cuidados y Asistencia intenta hacer en las asistencias de sus auxiliares, tanto en el domicilio como cuando tenemos que asistir en un centro hospitalario.
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